jueves, 19 de agosto de 2010

"¡No los imitéis!"

Indalecio Prieto hizo un llamamiento desde las páginas de "El Socialista" para intentar frenar la represión desatada en el lado republicano. Incluyo en este artículo parte de dicho texto:

"Por muy fidedignas que sean las terribles y trágicas versiones de lo que haya ocurrido y esté ocurriendo en tierras dominadas por nuestros enemigos, aunque día a día nos lleguen agrupados, en montón, los nombres de los camaradas, de amigos queridos, en quienes la adscripción a un ideal bastó como condena para sufrir una muerte alevosa, no imitéis esa conduca, os lo ruego, os lo suplico. Ante la crueldad ajena, la piedad vuestra; ante la sevicia ajena, vuestra clemencia, ante los excesos el enemigo, vuestra benevolencia generosa (...).¡No los imitéis! ¡No los imitéis! Superadlos en vuestra conducta moral; superadlos en vuestra generosidad. Yo no os pide, conste, que perdáis vigor en la lucha, ardor en la pelea. Pido pechos duros para el combate, duros, de acero, como se denominan algunas de las Milicias valientes -pechos de acero- pero corazones sensibles, capaces de estremercerse ante el dolor humano y de ser albergue de la piedad, tierno sentimiento, sin el cual parece que se pierde lo más esencial de la grandeza humana"

(Ese texto ha sido consultado en el artículo, ya citado en otro artículo, de J. Villarroya, "La vergüenza de la República", en La Aventura de la Historia, número 3, pág. 28).

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