sábado, 28 de agosto de 2010

Consenso

Por consenso se entiende, en política, la práctica propia de sistemas democráticos por la que se busca la resolución pacífica de las controversias y diversas formas de entender los problemas o de resolverlos. Se considera que tiene una doble vertiente:

1. El acuerdo general sobre los valores sobre los que se fundamenta la democracia. Esta vertiente tiene que ver con la conformidad de las fuerzas políticas sobre unos principios básicos que se plasmarían en la Constitución. En nuestra reciente Historia tendríamos el ejemplo del consenso llegado para sacar la Constitución de 1978. Es evidente que el consenso total es imposible. Los grupos o sectores que no entran en el mismo, por diferentes razones, suelen limitarse o se les anula por ciertos controles sociales.

2. Una forma de arreglar o superar los conflictos de forma pacífica pero sin renunciar a las diferencias políticas. Esta acepción tiene que ver con el intento de conciliar programas o intereses políticos distintos. Esta vertiente se opone a la imposición de la mayoría, sino a la búsqueda o elaboración de compromisos y apoyos muy amplios a la hora de tomar decisiones políticas, como puede ser, la aprobación de una ley orgánica. Suele darse en sistemas frágiles donde se busca un marco mínimo de acuerdo porque se estima que es mejor dicho acuerdo que la persistencia de las discrepancias o diferencias. Nuestra Transición fue un ejemplo claro. Los Pactos de la Moncloa son un ejemplo evidente. Las fuerzas políticas renunciaron a mantener fuertes discrepancias en favor del objetivo común de traer y consolidar la democracia, habida cuenta de la fragilidad de la situación.

En la actualidad, en las democracias consolidadas el consenso aparece como forma de consolidación de las mismas, y sobre todo, como una forma de protección de las minorías políticas. Pero esta protección tiene sus peligros porque puede llevar consigo un triunfo no efectivo de la mayoría frente a esas minorías.

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